Mientras los
pescadores artesanales consiguen unos cientos de dólares por tonelada de
anchoveta para harina, la anchoa procesada puede alcanzar valores de mas de
175.000 USD por tonelada.
Todos sabemos
que esa cifra incluye costes de producción, distribución, márgenes industriales,
etc., pero es obvio que con un buen producto, como es la anchoveta peruana, se
puede aumentar su valor y generar riqueza para todas las partes implicadas.
Aunque la
experiencia en la salazón es importante en el proceso de la anchoa, uno de los
puntos más determinantes es disponer de una materia prima de calidad optima, y
para ello el proceso de extracción, transporte y conservación deben ser los
adecuados.
Gran parte de
la flota artesanal no puede garantizar esos aspectos, y transformar dichas
embarcaciones no es viable técnicamente o el coste de conseguirlo no las haría
rentables.
Nuestro
proyecto recoge este y otros aspectos, dándole a los pescadores la opción de
acceder a embarcaciones modernas a precios muy ajustados.
El proyecto se
ha presentado ya en diferentes organismos del estado, siempre con un excelente
recibimiento, y aunque se incluían posibles financiadores privados que debieran
facilitar la decisión política, de momento no se ha tomado la iniciativa de
“pilotar” un proyecto que ayudará a la revalorización del sector y a dignificar
el trabajo de los pescadores artesanales.